we come from the land of the ice and snow
En estos grisáceos días en los que si un rockero se asoma por un bar promedio y pide Punk le ponen Kudai y si pide Glam le ponen nada menos que a Moderato y en que el rock está a la deriva sin ninguna innovación que merezca mencionarse desde los 90’s, no ha quedado más opción para los monstruos sagrados que retomar las armas y volver a la batalla, triste para el futuro del rock pero feliz noticia para los fans de las viejas bandas, el retorno de los dioses Led Zeppelin fue sin duda el acontecimiento que rompió con el mutismo de la escena mundial de hoy en día.
Conformados en el año ’68 de las cenizas de The Yarbirds y de The New Yarbirds, con Robert Plant en las vocales, Jimmy Page en las guitarras, Jhon Paul Jones en el bajo y los teclados y John “Bonzo” Bonham en la batería, lograron romper con el esquema tradicional de las bandas de aquella época, mediante una formula en la que mezclaron la música árabe, la indú, la celta, el blues, el soul, y el folk con la pesadez del rock, así como la adaptación del contrapunto propio del estilo barroco, uno se pregunta cómo pudieron adquirir un estilo tan propio con tal mezcolanza y la única respuesta es maestría, consagrándose como la base de lo que el Hard Rock y el Heavy Metal llegarían a ser. El nombre de la banda, según la versión oficial, nació como una broma de Keith Moon, bataquero de The Who, quien les dijo que nada más formarse caerían como un zeppelín de plomo, al contrario tuvieron desde un inicio una aceptación sin precedentes, más en EEUU que en el Reino Unido cabe resaltar, con giras espectaculares, que incluirían tierras tan lejanas como Singapur, a no ser porque las autoridades no les permitieron el ingreso al país por tener el cabello demasiado largo, el final de la banda llegaría el 25 de septiembre de 1,980, cuando Bonham, considerado a la fecha el mejor bateriísta de la historia del rock, muere de intoxicación alcohólica en una antigua mansión que Jimmy Page poseía en Mill Lane, a orillas del mítico lago Ness.
Pero hablar de sus producciones y su música a estas alturas es sencillamente redundar en lo que ya todo el mundo ha dicho, quizá sea más propio explorar respecto al amplio bagaje literario de la banda, ese concubinato, a veces anómalo otras disfuncional, entre rock y literatura, que si bien por razones obvias fue más notorio en The Doors, no deja de existir en las demás bandas, hay en los Zeppelín una corriente literaria muy clara, y que en el metal no tomaría ímpetu sino hasta en los 90’s, nuevamente creada a partir de una mezcla, los mundos paralelos de J.R.R. Tolkien, las clarividencias del poeta y ocultista Aleister Crowley, la mística y la mitología contenidas en Las Eddas vikingas y la fuerza narrativa y aventurera de Herman Melville, hacen posible ese mundo extraño en el que transcurren todos sus temas.
Cuando en 1,937 John Ronald Reuel Tolkien (1,892 – 1,973) tomó, a falta de un procesador de palabras, una pluma e inició la escritura de El Señor De Los Anillos, poco pudo haber imaginado la cantidad de cosas que nacerían a partir de su genial obra, una de ellas fue sin duda la forma del imaginario que habita los temas de Led Zeppelin, que aún y cuando es más notorio en temas como: Stairway To Heaven, Misty Mountain Hop, Ramble On o en The Beattle Of Evermore, es innegable que abarca la totalidad de su obra, resulta que cuando de influencias hablamos no nos podemos limitar a las alusiones, que es lo que generalmente se hace, sino por el contrario incluye a todo lo que se hace bajo el efecto de esa atmósfera inspiradora y que al momento de hacerse, no precisamente guarda de manera visible dicha conexión, y creo, que todo ese universo onírico, tanto en las líricas como sobre el escenario, no viene de otro lado como no sea de esa visión tan fascinante de esa realidad análoga que Tolkien plasmó en su obra y que para Plant, como para muchos otros, fue el tipo de mundo en el que alguna vez soñó vivir, sin tanto concreto alrededor. El poeta, novelista, ensayista y mago negro Edward Alexander Crowley (1,875 – 1,947) es sin lugar a dudas una de las influencias clave para la cultura pop del siglo XX, ya los Beatles lo habían incluido en la portada del inolvidable Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, de igual forma su imagen y sus ideas se fueron diseminando en los movimientos más dispares, quienes veían en él una conciencia nueva que de forma tajante rompía con los esquemas impuestos por la sociedad.
El autor de Aceldama, Manchas Blancas y El Alma De Osiris, fue en Led Zeppelin y en especial en Jimmy Page una influencia fundamental, que es más que notoria en temas como Dazed And Confused, Whole Lotta Love, The Beattle Of Evermore, Four Sticks, No Quarter, Kashmir y Stairway To Heaven, para quienes a lo largo de estos años han querido escarbar en supuestos mensajes cifrados y ocultos en los temas de la banda para alimentar a la prensa amarillista, no han hecho más que perder su tiempo, pues la magia intrínseca a sus letras no viene en ningún momento oculta, en sus letras se respira esa forma de hacer una poesía mística que Crowley logró, algo que resuena de manera muy clara en su Himno A Pan, que aparece como introducción a la obra Magick En Teoría Y Practica, creo que ese poema claramente recoge todo el espíritu mágico que Stairway To Heaven pueda llegar a contener.
Es innegable este legado, aún y cuando Jimmy Page lo evadiera en la más reciente rueda de prensa, ya que de todos es sabido que poseía una de las colecciones más completas de la obra de Crowley, son más de 80 libros, aduciendo de manera más bien escurridiza que él lo único que colecciona son instrumentos musicales, tal y como nos lo comenta el periodista Diego A. Manrique, en un articulo reproducido por elAcordeón (suplemento cultural de elPeriódico), creo que el viejo Crowley ha de haber sonreído, con su habitual sarcasmo, desde el infierno, pues para nadie es un secreto que era tal su afición por el hechicero que no titubeó al comprarse la Boleskine House, una vieja mansión que había pertenecido a Crowley, quien por esas casualidades de la vida escribió un complejo ritual de magia negra llamado Eddo Zeppelion, y donde precisamente terminó por morir Bonham, creo que la edad hace más políticamente correctas de lo que quisiéramos a algunas personas, pero bueno, de igual forma se negó a comentar respecto a su colaboración en el tema The Black Is Black de Los Bravos y no por ello el tema perderá toda esa fuerza que le caracteriza. Para 1,970 la banda viaja a Islandia, es este un país más bien desconocido o poco mencionado, pero que ejerce un raro influjo sobre toda la cultura y el pensamiento nórdico, pues fue justamente en él donde tomó forma la mitología escandinava, desde tiempos inmemoriales ésta había estado dispersan, tanto en Noruega como en Suecia, siendo transmitida de manera oral, con lo que iba tomando variantes y se iba haciendo dispersa, hasta que en 1,220 el islandés Snorri Sturluson (1,179 – 1,241) decide, como una forma de afirmar sus raíces, reunir toda la mitología en un libro al que denominó Eddas (las historias de las abuelas) y de donde vino hasta nuestra época toda una forma de ver el mundo muy distinta a la concepción judeocristiana, y que resalta de manera muy clara en el tema Immigrant Song.
Hablar de Moby Dyck, en este caso es más bien a manera de referente, ya que si bien el tema de los Led Zeppelin lleva por titulo el de la novela de Herman Melville (1,819 – 1,891), al no poseer el mismo una letra es imposible hablar de una conexión literal, en el carácter de las anteriores en las cuales se muestra esa combinación magia – literatura, pero hay si el espíritu del sound track, ese transmitir a través de sonidos la intensidad de la trama que encierra dicha obra, en la que instintivamente vamos perfilando las obsesiones del capitán Ahab fusionadas a la interpretación que de las mismas Bonham pudo haber hecho y redefinido mediante el manejo de un lenguaje musical, logrando la readecuación de una obra literaria hacia una obra hecha a base de secuencias de sonido y que al igual que su antecedente literario sólo puede recibir el titulo de obra maestra. Ya en 1,985 se habían reunido, teniendo al señor Phil Collins en la batería, esa vez para el concierto benéfico Live Aid, en el estadio John F. Kennedy de Filadelfia EEUU, ejecutando únicamente los temas Rock'n'roll, Whole Lotta Love y Stairway To Heaven, luego de un par de intentos, esta vez por fin fue real, con Jason Bonham en la batería, realizándose el recién pasado 10 de diciembre en el O2 arena de Londres, con una asistencia de 20,000 personas, siendo según la critica un concierto impresionante que en nada demeritó los viejos tiempos, de momento, para los que no pudimos estar ahí, que por cierto fuimos mayoría, sólo nos queda esperar la llegada a las tiendas de The Song Remains The Same, la clásica cinta y Lp, ahora en DVD y CD respectivamente, que recoge tres noches de concierto en el Madison Square Garden de New York en 1,973 y que fue re lanzada el 19 de noviembre pasado, incluyendo los temas que se habían omitido en la versión original…
Conformados en el año ’68 de las cenizas de The Yarbirds y de The New Yarbirds, con Robert Plant en las vocales, Jimmy Page en las guitarras, Jhon Paul Jones en el bajo y los teclados y John “Bonzo” Bonham en la batería, lograron romper con el esquema tradicional de las bandas de aquella época, mediante una formula en la que mezclaron la música árabe, la indú, la celta, el blues, el soul, y el folk con la pesadez del rock, así como la adaptación del contrapunto propio del estilo barroco, uno se pregunta cómo pudieron adquirir un estilo tan propio con tal mezcolanza y la única respuesta es maestría, consagrándose como la base de lo que el Hard Rock y el Heavy Metal llegarían a ser. El nombre de la banda, según la versión oficial, nació como una broma de Keith Moon, bataquero de The Who, quien les dijo que nada más formarse caerían como un zeppelín de plomo, al contrario tuvieron desde un inicio una aceptación sin precedentes, más en EEUU que en el Reino Unido cabe resaltar, con giras espectaculares, que incluirían tierras tan lejanas como Singapur, a no ser porque las autoridades no les permitieron el ingreso al país por tener el cabello demasiado largo, el final de la banda llegaría el 25 de septiembre de 1,980, cuando Bonham, considerado a la fecha el mejor bateriísta de la historia del rock, muere de intoxicación alcohólica en una antigua mansión que Jimmy Page poseía en Mill Lane, a orillas del mítico lago Ness.
Pero hablar de sus producciones y su música a estas alturas es sencillamente redundar en lo que ya todo el mundo ha dicho, quizá sea más propio explorar respecto al amplio bagaje literario de la banda, ese concubinato, a veces anómalo otras disfuncional, entre rock y literatura, que si bien por razones obvias fue más notorio en The Doors, no deja de existir en las demás bandas, hay en los Zeppelín una corriente literaria muy clara, y que en el metal no tomaría ímpetu sino hasta en los 90’s, nuevamente creada a partir de una mezcla, los mundos paralelos de J.R.R. Tolkien, las clarividencias del poeta y ocultista Aleister Crowley, la mística y la mitología contenidas en Las Eddas vikingas y la fuerza narrativa y aventurera de Herman Melville, hacen posible ese mundo extraño en el que transcurren todos sus temas.
Cuando en 1,937 John Ronald Reuel Tolkien (1,892 – 1,973) tomó, a falta de un procesador de palabras, una pluma e inició la escritura de El Señor De Los Anillos, poco pudo haber imaginado la cantidad de cosas que nacerían a partir de su genial obra, una de ellas fue sin duda la forma del imaginario que habita los temas de Led Zeppelin, que aún y cuando es más notorio en temas como: Stairway To Heaven, Misty Mountain Hop, Ramble On o en The Beattle Of Evermore, es innegable que abarca la totalidad de su obra, resulta que cuando de influencias hablamos no nos podemos limitar a las alusiones, que es lo que generalmente se hace, sino por el contrario incluye a todo lo que se hace bajo el efecto de esa atmósfera inspiradora y que al momento de hacerse, no precisamente guarda de manera visible dicha conexión, y creo, que todo ese universo onírico, tanto en las líricas como sobre el escenario, no viene de otro lado como no sea de esa visión tan fascinante de esa realidad análoga que Tolkien plasmó en su obra y que para Plant, como para muchos otros, fue el tipo de mundo en el que alguna vez soñó vivir, sin tanto concreto alrededor. El poeta, novelista, ensayista y mago negro Edward Alexander Crowley (1,875 – 1,947) es sin lugar a dudas una de las influencias clave para la cultura pop del siglo XX, ya los Beatles lo habían incluido en la portada del inolvidable Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, de igual forma su imagen y sus ideas se fueron diseminando en los movimientos más dispares, quienes veían en él una conciencia nueva que de forma tajante rompía con los esquemas impuestos por la sociedad.
El autor de Aceldama, Manchas Blancas y El Alma De Osiris, fue en Led Zeppelin y en especial en Jimmy Page una influencia fundamental, que es más que notoria en temas como Dazed And Confused, Whole Lotta Love, The Beattle Of Evermore, Four Sticks, No Quarter, Kashmir y Stairway To Heaven, para quienes a lo largo de estos años han querido escarbar en supuestos mensajes cifrados y ocultos en los temas de la banda para alimentar a la prensa amarillista, no han hecho más que perder su tiempo, pues la magia intrínseca a sus letras no viene en ningún momento oculta, en sus letras se respira esa forma de hacer una poesía mística que Crowley logró, algo que resuena de manera muy clara en su Himno A Pan, que aparece como introducción a la obra Magick En Teoría Y Practica, creo que ese poema claramente recoge todo el espíritu mágico que Stairway To Heaven pueda llegar a contener.
Es innegable este legado, aún y cuando Jimmy Page lo evadiera en la más reciente rueda de prensa, ya que de todos es sabido que poseía una de las colecciones más completas de la obra de Crowley, son más de 80 libros, aduciendo de manera más bien escurridiza que él lo único que colecciona son instrumentos musicales, tal y como nos lo comenta el periodista Diego A. Manrique, en un articulo reproducido por elAcordeón (suplemento cultural de elPeriódico), creo que el viejo Crowley ha de haber sonreído, con su habitual sarcasmo, desde el infierno, pues para nadie es un secreto que era tal su afición por el hechicero que no titubeó al comprarse la Boleskine House, una vieja mansión que había pertenecido a Crowley, quien por esas casualidades de la vida escribió un complejo ritual de magia negra llamado Eddo Zeppelion, y donde precisamente terminó por morir Bonham, creo que la edad hace más políticamente correctas de lo que quisiéramos a algunas personas, pero bueno, de igual forma se negó a comentar respecto a su colaboración en el tema The Black Is Black de Los Bravos y no por ello el tema perderá toda esa fuerza que le caracteriza. Para 1,970 la banda viaja a Islandia, es este un país más bien desconocido o poco mencionado, pero que ejerce un raro influjo sobre toda la cultura y el pensamiento nórdico, pues fue justamente en él donde tomó forma la mitología escandinava, desde tiempos inmemoriales ésta había estado dispersan, tanto en Noruega como en Suecia, siendo transmitida de manera oral, con lo que iba tomando variantes y se iba haciendo dispersa, hasta que en 1,220 el islandés Snorri Sturluson (1,179 – 1,241) decide, como una forma de afirmar sus raíces, reunir toda la mitología en un libro al que denominó Eddas (las historias de las abuelas) y de donde vino hasta nuestra época toda una forma de ver el mundo muy distinta a la concepción judeocristiana, y que resalta de manera muy clara en el tema Immigrant Song.
Hablar de Moby Dyck, en este caso es más bien a manera de referente, ya que si bien el tema de los Led Zeppelin lleva por titulo el de la novela de Herman Melville (1,819 – 1,891), al no poseer el mismo una letra es imposible hablar de una conexión literal, en el carácter de las anteriores en las cuales se muestra esa combinación magia – literatura, pero hay si el espíritu del sound track, ese transmitir a través de sonidos la intensidad de la trama que encierra dicha obra, en la que instintivamente vamos perfilando las obsesiones del capitán Ahab fusionadas a la interpretación que de las mismas Bonham pudo haber hecho y redefinido mediante el manejo de un lenguaje musical, logrando la readecuación de una obra literaria hacia una obra hecha a base de secuencias de sonido y que al igual que su antecedente literario sólo puede recibir el titulo de obra maestra. Ya en 1,985 se habían reunido, teniendo al señor Phil Collins en la batería, esa vez para el concierto benéfico Live Aid, en el estadio John F. Kennedy de Filadelfia EEUU, ejecutando únicamente los temas Rock'n'roll, Whole Lotta Love y Stairway To Heaven, luego de un par de intentos, esta vez por fin fue real, con Jason Bonham en la batería, realizándose el recién pasado 10 de diciembre en el O2 arena de Londres, con una asistencia de 20,000 personas, siendo según la critica un concierto impresionante que en nada demeritó los viejos tiempos, de momento, para los que no pudimos estar ahí, que por cierto fuimos mayoría, sólo nos queda esperar la llegada a las tiendas de The Song Remains The Same, la clásica cinta y Lp, ahora en DVD y CD respectivamente, que recoge tres noches de concierto en el Madison Square Garden de New York en 1,973 y que fue re lanzada el 19 de noviembre pasado, incluyendo los temas que se habían omitido en la versión original…
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