por otra parte, frecuento poco a los seres humanos

En esta vida son pocos los libros que merecen ser leídos, muy pocos los que merecen ser releídos y menos aún los que merecen ser recomendados, esto es más claro si lo vemos a la luz de la cantidad de títulos que año con año se van publicando, en países como este, en los que casi nadie lee, cuando alguien lo hace, automáticamente es tomado como una fuente fiable de datos y la primera pregunta que le lanzan es qué libros recomienda leer, lo ideal sería hacer un listado de los libros más aconsejables, pero cómo coincidir con los gustos de los demás, máxime ahora que todos confunden literatura con libros de autoayuda o esas historias fast food tan populares, por mi parte la respuesta es siempre la misma, léase La Nausea, La Peste o El Anticristo…
Pero en realidad hay libros que merecen ser recomendados, aún y cuando los criterios sean variados, por ejemplo por estos días me ha dado por releer Extensión Del Campo De Batalla de Michel Houellebecq, si mis cálculos no van mal es la tercera vez que lo hago, compré este libro en una época en la que las cosas iban bien, pero en la que realmente no tenía muchos lugares a los cuales ir ni alguien en quien pensar y digámoslo así muy pocas razones que justificaran el estar aquí, salía los sábados de la oficina y me encaminaba a la librería, me compraba un libro con el que me pasaba encerrado en casa todo el fin de semana.
Había leído algunas entrevistas y artículos sobre Houellebecq y me sonaba interesante todo aquello de su defensa de la prostitución tercermundista y su lucha frontal y descarada contra el Islam, lo que le había merecido un juicio, pero no tenía en claro su obra, sólo sabía que me parecía interesante, de hecho cuando pregunté al respecto lo hice por un tal Michael, a lo que el encargado me corrigió que era Michel, es francés me recalcó, pero sí, si lo tenían, mentiría si no dijera que mucho tiene que ver el que me sentí desde un inicio plenamente identificado con esa forma acida de escribir del autor.
Extensión Del Campo De Batalla es, sin lugar a dudas, uno de esos libros que definen la época en la que fueron concebidos, en términos generales es la historia de un ingeniero en sistemas que representa al ser humano de nuestra época, un ser automático que se esfuerza día con día por ser funcional el mayor tiempo posible, antes de llegar a convertirse en un ser obsoleto que con una nota de fuera de temporada y una caña de pescar en la mano es lanzado por la sociedad hacia la bodega de lo ya descartado, como en la novela sucede con Louis Lindon.
Pero análogo a este sistema que la sociedad moderna ha ido creando, se ha ido generando otro, del cual son participes aún quienes se consideran fuera de la ley de mercado y es el hecho de hacerse a si mismo mercadeable, lo que incide en un mayor numero de conquistas respecto al sexo opuesto que, como el dinero, se convierte en un garante de estatus, y quienes por no responder al canon físico impuesto no logran tal objetivo automáticamente son desechados como no aptos, es el caso del personaje principal y de su coparticipe Raphaël Tisserand, el primero por su parte se siente arto de la sociedad en que vive, lo que le ha convertido en un ser apático y asexuado, que sólo ve a la masa humana responder a los modelos preestablecidos sin prestarle ninguna importancia, ve con compasión al segundo que lucha contra ello infructuosamente, cayendo una y otra vez, siempre a la caza de chicas que le evitan a toda costa y le hacen sufrir horriblemente, por último es inducido por su buen amigo al suicidio, pero éste, una vez desaparecido el otro, despierta a su realidad y es que en el otro odiaba tan sólo esa frustración que aunque silenciosa, le carcome por dentro también a él, y que al confrontarla en toda su crueldad le hace caer en un abismo existencial que le arrastra a una institución mental.
El autor, poeta, ensayista y novelista, nacido en 1,954, se lanzó al mundo literario a los veinte años, publicando en la revista Nouvelle Reveue sus primeros poemas, luego publica su primer libro, un extenso ensayo titulado H.P. Lovecraft Contra El Mundo, Contra La Vida, respecto al genio del horror, a quien considera uno de los pocos autores de valor del siglo XX, en ese mismo año ’91 aparece el libro Seguir Vivo y el poemario La Búsqueda De La Felicidad, que merece el premio Tristán Tzara.
No es sino hasta el año’94 que se adentra en la novela, publicando presisamente Extensión Del Campo De Batalla, lo que lo lanza a un inesperado éxito de ventas y que en 1,999 llegaría al cine bajo la dirección de Philippe Harel, para el año ´96 sale un nuevo poemario con el titulo de El Sentido Del Combate, en 1,998 lanza una segunda novela que lo consolida como autor de culto, Las Partículas Elementales, de la que sin duda les hablaré en otra oportunidad, así como su libro de ensayos El Mundo Como Un Supermercado, al año siguiente un nuevo poemario titulado Renacimiento, en el 2,000 Lanzarote, un texto acompañado de fotos de la isla con dicho nombre, donde actualmente vive José Saramago, para el 2,001 retorna con una de sus novelas fuertes, Plataforma, la que levantó una nueva oleada de protestas, debido a sus opiniones respecto al Islam, al final terminó ganado debido a que en un país laico como Francia el emitir opiniones respecto a una religión, aún y cuando estas sean ofensivas, esta conceptualizado dentro de la libertad de expresión, y finalmente en el 2,005 publica una nueva novela La Posibilidad De Una Isla.
En suma su obra es una mirada cínica y a la vez profunda de la sociedad actual, de todo ese funcionamiento mecánico en el que, querámoslo o no, nos vemos imbuidos día con día, es bueno a veces vernos desde un punto de vista tan directo y descarnado, lo que no siempre es cómodo, pero al final la vida es algo que hay que tomar con calma y como nos lo recomienda Houellebeqc: no hay que temerle a la felicidad, pues no existe…