polizonte en la nave de los locos

para muchos una palabra es un enser, para mi en cambio es una razón

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Location: Guatemala

Tuesday, April 15, 2008

no todos los días vendrán con el mismo sound track...


a Daniela Suárez Naranjo
Pocos géneros como el rock para generar bandas de esas que se denominan como de culto, mismas que aún sin predominar en los listados de ventas, están siempre ahí con una sólida base de fans que se renuevan a cada cierto tiempo y no dejan que el legado de dicha agrupación desaparezca, como sí sucede con la música comercial, que aparece por un tiempo en los primeros lugares, suena hasta el hartazgo y dos años más tarde nadie la vuelve a recordar, esto debido a que el rock genera cohesión hacia quienes lo escuchan y no lo hacen solamente porque sea lo que está sonando en la radio de momento, forjando realmente una cultura de grupo, como sucede con la literatura, que va pasando a lo largo de generaciones.
Una de estas sin duda es la banda Cactus, todos, voluntariamente o por casualidad, hemos escuchado alguna vez temas como Young Turks o Da Ya Think I'm Sexy? en la voz de Rod Stewart, sin imaginar siquiera que se trata de quien pudo haberse consagrado como una de las voces principales del más granítico underground de los 60’s, precisamente Cactus, nacidos en el seno de la banda Vanilla Fudge y por iniciativa del bataquero Carmine Appice y el bajista Tim Bogert, quienes ya no se sentían a gusto con dicha agrupación, esto a finales del año 1,969, tomando su nombre de un hotel en Arizona, llamado The Cactus Drive-In, contactando a través de John Bonham al guitarrista Jeff Beck, ex guitarra de The Yardbirds, este a su vez propuso a Stewart para las vocales, quien en realidad nunca lo tomó en serio, y aprovechó un accidente, en el que Jeff casi se mata, para desentenderse del asunto.
A fin de cuentas la alineación con la que realmente iniciaron consistió en Rusty Day en las vocales, Jim McCarty en la guitarra, Tim Bogert en el bajo y Carmine Appice en la batería, los dos últimos aún no habían terminado su trabajo con Vanilla Fudge, por lo que análogamente a la gira de dicha banda, fueron fogueando a Cactus con pequeñas presentaciones en bares de las ciudades a las que el tour les llevaba, hicieron su primera aparición seria por todo lo grande, en un estadio de Philadelphia frente a 20,000 personas y como teloneros de los ya para ese entonces legendarios Jimi Hendrix, Grateful Dead y The Steve Miller Band, un inicio demasiado comercial para una banda que nunca lo sería.
Para mayo de 1,970 graban su primer disco, titulándolo homónimamente y con una portada que en la actualidad simplemente hubiera merecido una calcomanía aclarando que era material censurado, pero que para esa época simplemente fue suprimida, por una de un cactus que si bien mantenía su forma fálica, era menos obvio, para inicios del año siguiente publican un nuevo trabajo de larga duración, esta vez bajo el nombre de One Way… Or Another, que, como el anterior, no llega a generar grandes volúmenes de ventas, pero que empieza a crear un grupo de seguidores incondicionales, de igual forma se labran una buena fama como banda en vivo.
Punto aparte merece Rusty Day, un anarquista convencido, que, como lo harían muchos después, no menoscababa el discurso político en cada uno de sus shows, o quizá anti-político debiera ser el termino adecuado, haciendo un claro énfasis en la necesidad de escindir de los valores de la sociedad, oponerse a la opresión utilizada como mecanismo para imponer los mismos y rebelarse contra las autoridades encargadas de hacer efectivos los mismos, este comportamiento de insumisión y a la vez de incitación a no dejarse envolver por lo que la sociedad esquematizada dice que se debe hacer, arrastró en repetidas ocasiones a la cárcel al siempre controversial Day.
A fines de ese mismo ’71 aparecería su tercer álbum de estudio, titulado Restrictions, en el que vuelven a trabajar con sus primeros sonidos y que para muchos representa el último trabajo que realmente puede ser definido como legendario, pero Cactus tiene un problema capital, y es que son músicos, he intentan mostrar todo su virtuosismo, si no en complicadas estructuras musicales al menos en sonoridades que distan mucho del estándar, lo que automáticamente los aleja de las masas y los convierte en una banda exclusiva para criterios sumamente eclécticos, con lo que este disco vende aún menos que los dos anteriores. El slogan Sexo, Drogas y Rock n’ Roll, nunca ha dejado de tener su parte de pose, ya que aunque todos lo predican pocos lo practican, y los primeros terminan siempre por ser mal vistos por los mismos rockeros, tiene esto mucho que ver con la genialidad de la persona, no quiero decir que ser alcohólico sea ser un genio, sino a la inversa, el problema de la genialidad, y se ve muy bien con Rimbaud o Morrison, es que simplemente el esquema mental del genio no coincide con el de las personas que le rodean, lo que le arrastra a vivir en un mundo que ni comprende ni lo comprende, tendiendo esto a la frustración perpetua y teniendo por único refugio el estado de embriaguez que por un tiempo le hace sentirse parte de un todo más acorde a su forma de experimentar y comprender la existencia, aún y cuando el costo termine por ser aún más caro, este signo fue uno que definió en mucho a Rusty Day, quien principió por ser incomodo para la Atco, su sello disquero, y terminó por serlo para sus compañeros de banda, quienes lo expulsaron de la misma, y terminó asesinado, en medio de un problema de drogas, el 3 de junio de 1,982.
Por aparte, y en consonancia con los lineamientos de la disquera, también salió por la puerta trasera Jim McCarty, llegando en su sustitución, Peter French, ex vocal de Atomic Rooster, en la guitarra llega Werner Fritzschings y agregan al tecladista Duane Hitchings, con lo que se vuelven una banda perfecta, en cuanto al sentido técnico, pero que simplemente a perdido el feefling de la alineación original, sacando a luz su cuarto álbum, titulado ‘Ot’N’ Sweaty’, que, contrario a lo planificado, pasó sin pena ni gloria no sólo para el mercado sino también para los que se habían convertido en sus fans, convenciéndose entonces que Cactus debía tomar su sitio dentro de las leyendas del rock bajo el lema: vive de prisa y muere joven… Los 90’s fue esa década en que el rock renació, o al menos fue más conciente de que había existido un pasado, iniciando una visita retrospectiva hacia lo que eran sus raíces, ahí está la película de Oliver Stone sobre The Doors como muestra más clara, y bueno pues una leyenda como los viejos Cactus no podía quedar al margen, es así que en 1,996 aparece Cactology: The Cactus Collection, una compilación que retomaba para las nuevas generaciones toda la trayectoria de esta banda, en 2,004 aparecen dos discos dobles, el primero de ellos es el Barely Contained: The Studio Sessions, conteniendo los cuatro discos de estudio de la banda y el Fully Unleashed: The Live Gigs, que contiene 18 temas en vivo, 12 de los cuales nunca habían sido publicados, en una edición limitada de 5,000 copias numeradas, en dicho trabajo se recopila en realidad lo que es Cactus, una banda en directo, que incluso fue catalogada por muchos como la mejor banda en concierto de su época. Aún y cuando Cactus nunca encabezó ni por asomo un Top Ten, continua hoy en día agregando entre sus adeptos a gente interesada en ir más allá de lo que nos ofrece Mtv o Telehit y que más que una música de fondo busca un concepto musical dentro del cual compenetrarse, ese es el valor de las bandas que prefieren ser fieles a sus convicciones y no a las leyes del mercado, eso las hace sólidas y trascendentes, lo que resulta paradójico, pues el mercado consume muchísimo pero desconoce la memoria, mientras quienes consumen al margen de los lineamientos del mercado, siempre estarán ahí, esos son y serán los fans del viejo Cactus.

Este post será la base para el especial sobre Cactus que en el programa Invasión Rock, http://www.rkradio.net/ , en su edición numero 30, del 6 de mayo estará transmitiendo Chejo Rodríguez, a quien le ando saqueando la increíble colección de rock viejo que posee, cada vez que mis discos no están a la altura de la erudición melómana de Daniela…

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Un articulo muy bien logrado...ademas el hecho de q sea una reseña de la historia de Cactus ya lo hace hermoso...te quiero mucho...Daniela

8:07 PM  
Blogger Decireves said...

Tuve bien a tomar un curso de liderazgo aqui en Monterrey, lo chido fue que el master que nos estaba dando ese curso es fanatico acerrimo de todo el rock y de todas las epocas, fan irredento de Frank Zappa y las Madres de la Invencion,The Byrds etc...nos nombro a Cactus como la mejor banda de rock de todos los tiempos, quizas pueda tener la razon, quizas no, pero tu texto me intriga el saber mas sobre esa banda, he ahi el hecho que lo haya utilizado para poder hacer un post y linkear tan maravilloso texto, saludos cordiales desde Monterrey, espero te des un rol por el blog, creo que no desmerece con respecto al tuyo, saludos de nuevo.

7:40 PM  
Anonymous ira said...

Sencillamente interesante, disfruté mucho leer éste post y aunque no había escuchado esta banda antes definitivamente vale la pena empezar desde ahora :)

1:23 PM  

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