polizonte en la nave de los locos

para muchos una palabra es un enser, para mi en cambio es una razón

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Location: Guatemala

Friday, May 23, 2008

la historia de los versos que se asilan en nuestra memoria

Cuando la vida se pone de espaldas y deja de ser todo lo cool que debiera ser o más bien no es en absoluto cool, te da por exiliarte de ti mismo y dar cabida a ideas poco convencionales, como aquella de que todo pasado fue mejor, en el fondo eres conciente que eso no pasa de ser un eslogan de la cursilería más barata, pero para ese momento ya hiciste un inventario total de amores y desamores y por qué no, de lo leído y lo no leído también, es así como últimamente me ha dado por recordar esa época en que la poesía de Jim Morrison era fundamental en mi vida, y que junto a alguien, a quien también llegó a gustarle, vagábamos sin rumbo por las calles y playas de Panajachel. Por razones obvias su poesía vino a mí de la mano de The Doors, básicamente en temas como The End o When The Music´s Over, pero más que nada como mito, ver a un rockero que a la vez era poeta, era algo que cambiaba completamente el panorama de ese momento y le daba a uno por terminar escribiendo también, aunque fueran versos menos afortunados claro está, pero James Douglas Morrison (1,943 – 1,971) fue más que nada el último poeta maldito, de la casta de Villon, Boudelaire o Rimbaud, con toda la estridencia que el desarrollarse en los 60’s y ser una estrella del rock podía brindarle, siendo, como era, un genio, incomprendido por todos, incluidos los miembros de su banda, fue ensimismándose dentro de una obra tan basta que terminó por absorberle a él mismo, cosa rara en nuestros días eso de que un escritor viva su obra y es eso precisamente lo que le convirtió en la leyenda que aún hoy es y que sin duda lo será por mucho tiempo más. La obra poética de Jim Morrison se divide en dos, por un lado tenemos una corriente mística que es la que se va destilando a lo largo de sus discos y por el otro una corriente beat que es la que se manifiesta en sus libros, la primera se alimenta de visionarios como William Blake y Aldous Huxley, aunando todo ello a toda la concepción cosmogónica de los indios estadounidenses, la cual es en extremo rica en cuanto a imágenes y percepciones tanto del mundo material como del extrasensorial, pero en el fondo Morrison no deja de tener una fuerte dosis de romanticismo y que es muy clara en muchas de sus canciones, podríamos decir que en cuanto a la forma de escribirlas nunca salió del siglo XIX, haciendo una re-visitación de los viejos mitos tanto en el sentido lírico como en la composición escénica de lo que la banda fue a lo largo de su existencia y de sus producciones. Por el lado literario, Jim Morrison es dueño de una poética compleja, echando en una sola botella de whisky, Jack Daniel´s para no perder la tónica, la poesía Beat, que era todo la reminiscencia de la posguerra estadounidense, el primer mundo vivido por los perdedores de la batalla urbana y hecho poesía, teniendo una crudeza y un pesimismo irredento, el simbolismo francés, que era el máximo resumen de los más opacos entresijos de la tradición literaria, expoliando las secciones más escatológicas de la biblioteca humana, poetas que se fusionaron a su literatura de tal forma que fueron la encarnación misma de cada uno de sus poemas, casi todos murieron a temprana edad, victimas del suicidio o del exceso, por último, y como ingrediente definitivo, de la explosiva formula antes planteada, los filósofos alemanes, justamente los de mayor ruptura, Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche, quienes delinearon un antes y un después dentro del pensamiento occidental, creando en el poeta una conjunción inigualable para los de su generación. A mis manos llegó primero que nada Wilderness, The Lost Writings, una reunión de los cuadernos que Morrison un día perdió, en una entrevista aseguró que le hubiera gustado recuperarlos, cosa que nunca hizo, pero que cuando ya eran comerciales casualmente aparecieron, editado en 1,988 para ser exacto, éste estaba a la venta en una de esas librerías de usado en Panajachel, en las cuales sólo venden libros en inglés, un amigo lo había comprado, finalmente terminamos por hacerlo cambio por un CD de Death Metal que a él le interesaba más, con los años Sophos trajo, en sus traducciones al español, los libros The Lords y The New Creatures, ambos de 1,969, que fueron los únicos que él publicara en vida.
A medida que el tiempo pasa nos vamos alejando de muchas cosas que en nuestra vida fueron básicas, buscamos nuevos horizontes que de pronto y se opacan con la caída de la niebla, entonces volvemos a todo eso que pobló nuestro pasado y vemos cómo la soledad de la tarde se aleja por la calle, arrastrada por la impertinente lluvia mientras Blue Sunday aún no deja de sonar…

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

“Mientras existan hombres, recordaran palabras y combinaciones de palabras. Solamente poesía y canción permanecerán”
Jim Douglas Morrison

3:33 PM  

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