No siempre el pop fue tan ingenuo ni tan light

Hace unos días y mientras vagaba por el YouTube me topé casualmente con la mirada de Pennywise, hacía tantos años que no le veía a los ojos, y sin embargo sentí su mirada tan fresca como la primera vez que lo vi a través de una TV de aquellas a las cuales había que acercarse y girar una manecilla a fin de poder cambiar los canales, ese reencuentro tan casual trajo algunas cosas a mi memoria, pero más que nada me llenó de dudas, pues a ciencia cierta no recordaba mayor cosa de la película y empecé a preguntar con las amigas, la respuesta era siempre la misma, que gracias a ese maldito payaso habían crecido aborreciendo a los payasos, hasta que un amigo, que si se toma en serio lo de ser coleccionista, me comentó que tenía la película original, la t-shirt oficial y el muñeco del mismo.
Pues bien resulta ser que proviene de una novela llamada It, escrita por Stephen King, sí, el genio del marketing de terror y uno de los autores predilectos de Harold Bloom, cuando de lanzar sus dardos más despiadados se trata claro, publicada en el año ’86 y nos cuenta como en la pacifica e idílica comunidad de Derry hay alguien en el subsuelo con serios intereses por sembrar el terror, alguien a quien llaman Eso y que periódicamente va generando violencia en la superficie, hasta que se decide por subir a ver qué pasa por las calles y no encuentra una mejor forma física que la de un amable payaso que poco a poco se torna despiadado, más aún cuando se enfrenta a una pandilla de chicos que llevan el peculiar nombre de Los Perdedores.




Con la homogenización de la cultura pop, como único valuarte occidental moderno, fueron cobrando forma las llamadas leyendas urbanas, muchas de ellas nacidas del cine o la TV, o que al menos empleaban dichos medios a fin de llegar a las masas, lográndolo de una manera exitosa, con lo que los sueños y pesadillas de todas las nuevas generaciones llevan generalmente un logo de Made In USA, desplazando así las idiosincrasias y los mitos locales, lo cual nos ha uniformado en cuanto a nuestra identidad, y en lo que fueron muy diestros, pero es innegable cuanto disfrutamos de esa cara poco amable del pop y cuanto extrañamos hoy día esos iconos que alguna vez no nos dejaron dormir, pero por si alguien ha recuperado el sueño ya, ambas películas prometen remake o secuela para el año entrante, o sea que la pesadilla continua…