polizonte en la nave de los locos

para muchos una palabra es un enser, para mi en cambio es una razón

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Location: Guatemala

Friday, December 28, 2007

la onda retro, desde una perspectiva más salvaje

Aún y cuando el Punk hoy día esté rodeado de toda esa futilidad de la cual las bandas de Happy Punk lo han revestido, fue desde siempre la más clara muestra de la irreverencia, el más denso reducto de la conciencia contracultural dentro de la música y que mejor que volver a las raíces de quienes en los 60’s crearon las bases para el mismo, es en definitiva MC5 una de esas bandas que por más que los años y las décadas pasen siguen sonando con una bestialidad que no concede beneplácitos, prueba de que la misma aún hoy, cuando los limites de estridencia parecieran haber sido rotos, continua intacta es el hecho de que los death metaleros suecos de Entombed hayan incluido un cover del tema Kick Out The Jams en su Ep Wreckage del año’97 (en su edición japonesa). Desde hacía un par de años que rondaban por mi mente, pero sin llegar a ser nada serio, hasta que por iniciativa de mi novia quien suele ser bastante acuciosa en el asunto ese de andar escuchando viejas bandas, me dio por unirme a eso de la onda retro, y gracias a mi buen amigo Chejo obtuve, en formato mp3, el álbum Kick Out The Jams, editado en 1,969, una producción en vivo, que para ser de esa época suena realmente salvaje, este fue su único trabajo realizado para el sello Elektra, quienes debido a su propuesta pasada de desibeles, tanto en lo musical como en lo emocional, terminó por prescindirles el contrato, pero que quedó como una obra básica en la historia del rock, sin cuya existencia difícilmente géneros sucios y callejeros como el Punk o el Thrash Metal hubieran llegado a ser lo que fueron, de hecho según entiendo el tema Detroit Rock City que los Kiss grabaron en el ´76 es un homenaje a esta banda, (hay también una película realizada en el ‘99 por el director Adam Rifkin con dicho nombre y que es un homenaje a Kiss y por extensión al sonido Detroit), el disco contiene ocho temas, grabados a fines de octubre de 1,968 en el Grande Ballroom, con un sonido increíble y unos temas que uno se arrepiente de no haber escuchado antes. Los MC5 se formaron en Detroit a mediados de los 60’s, siendo un grupo de adolescentes influenciados por bandas como The Who, Cream, The Troggs o los Rolling Stones, conformada por Rob Tyner en las vocales, Wayne Kramer y Fred “Sonic” Smith en las guitarras, Michael Davis en el bajo y Dennis Thompson en la batería, con un sonido caracterizado por el uso de feedback y distorsión, sacan su primer single en 1,966, un cover de la banda Them titulado I Can Only Give You Everything, para 1,968 sacan un segundo single, esta vez un trabajo original titulado Looking At You, para el ´69 sacan su primer Lp, siendo este el ya citado Kick Out The Jams, en 1,970 consiguen un contrato con la Atlantic records, habiendo incorporado a la alineación al tecladista Pete Kelly graban su primer disco en estudio, titulado Back In The U.S.A, un tema original de Chuck Berry, para el año 1,971 producen su tercer y último álbum High Time con temas como Poison o Sister Anne, confluyendo en este punto su poco éxito comercial con su exacerbado consumo de drogas teniendo como resultado el que la banda pasara a mejor vida. Una vez culminado este episodio de sus vidas, y por si aún dudaban de su importancia dentro del movimiento Punk, el vocalista Rob Tyner crea a la banda Fireworks y posteriormente a la Rob Tyner Band, por su lado Wayne Kramer tocaría con el siempre mítico y proscrito G.G. Allin, uno de los símbolos del Punk granítico, conformando posteriormente las bandas Death Tongue en 1,991, The Hard Stuff en 1,995 y finalmente Dangerous Madness en 1,996, Fred “Sonic” Smith por su lado formó junto a Davis y Thompson la banda Ascension, luego formaría la Sonic´s Rendezbous Band, casándose finalmente en el año ’80 nada menos que con la sacerdotisa del Punk y consumada poeta Patty Smith, Rob Tyner muere el 18 de septiembre de 1,991 a causa de un infarto, Fred “Sonic” Smith el 4 de noviembre de 1,994 casualmente de la misma manera, según un articulo, que hace algunos meses la sección cultural de elPeriódico publicó, los miembros sobrevivientes están de vuelta, sin duda sintiendo asco por lo que ahora se hace llamar Punk, y listos para que MC5 continúe en la jugada.

Tuesday, December 18, 2007

adiós a Cortázar, por fin…

Hasta hace algunos días me sentía el personaje de ese inolvidable cuento de Augusto Monterroso titulado Como Me Deshice De Quinientos Libros, quien presa de una cantidad de libros incómodos busca la forma de eliminarlos de su biblioteca, era como todos, victima de esa manía de ir acumulando textos que al final nunca leeremos, pero que hacen ver los anaqueles menos vacíos, de igual forma me sucedió a mi con Julio Cortázar (1,914 – 1,984), sin saber por qué, me fui haciendo de todas y cada una de sus obras, hasta convencerme de que simplemente no las leería nunca y a sabiendas de que a un amigo mío, que es tan fan de Cortázar como del Thrash Metal, podían ayudarle a pasar algunas buenas horas de lectura, el sábado procedí, con más éxito que el personaje de Monterroso, a deshacerme de los mismos. Cortázar llegó a mi vida casi análogo a Borges, pero a diferencia del segundo, era tanto lo que de él me habían hablado, que al leerlo simplemente me decepcionó, lo intenté todo, leer sus cuentos, leer sus novelas, leer sus poemas, pero nada, nunca tuve la paciencia suficiente de terminar alguno de sus libros, y eso que cuando leo uno no le suelto hasta no haberle terminado, pero en este caso no, siempre me quedaba el profundo sentimiento de que era victima de una tortura literaria, sobre todo me pasó con El Libro De Manuel, mismo que juré que terminaría, pero una vez pasado de la mitad llegué a la conclusión de que la vida es demasiado corta como para perderla leyendo cosas que no nos producen placer. Debo aceptar, sí, que sus estructuras me parecen increíbles, una genialidad incomparable a la hora de definir formas de textos, verdaderos collages algunos, además mentiría si no dijera que uno de sus relatos es de los que más me han impresionado y gustado, La Autopista Del Sur, que da inicio a su libro Todos Los Fuegos El Fuego publicado en 1,966, pero, en el resto de su obra, a la hora de compenetrarme en el texto en sí, hay algo que no encaja, algo que no me dice nada y no me deja avanzar, algo que simplemente no me despierta ningún interés. Y sí, me quedé con los comentarios a favor y la imagen de aquellos chicos, como él, burgueses con complejo de proletario, con sandalias, t-shirt del Che Guevara, pantalón típico traído de Panajachel y que tarde a tarde se reunían en el Cien Puertas a hablar horas y horas de lo interesante y complejo que era Rayuela, lo celebro por ellos, pero yo simplemente no hallé el camino y me quedé a las puertas de una obra que sobresalió, y mucho, como tantas otras de la literatura latinoamericana de esa época, por obra y magia de Carmen Balcells, y que hoy día en pleno boom del marketing vemos sin mayor cargo de conciencia simplemente como parte del marketing del boom, y que, como en nuestros días sucede con las estrellas del foot ball y del pop, fue llenando el imaginario popular y las vitrinas de las librerías con unos autores que no vivían de la forma en que se suponía que vivían y que contaban de una América Latina que no es ni por asomo la que nosotros vivimos.

vicisitudes de un autor y de un personaje

No hay que desdeñar en nada los oficios de los libreros, más aún si se trata de los libreros de viejo, en estos tiempos del E-book y del Kindle, siguen ahí a la caza de viejos tratados literarios, cada vez que puedo me doy una vuelta por esos polvorientos anaqueles, perdidos en las contaminadas calles del centro histórico de la ciudad, con suma frecuencia a la Popol Vuh, fue así como me topé con una interesante colección de las obras de Emilio Salgari (1,862 – 1,911), autor que suele ser de mi interés desde hace ya tiempo, narrador incansable de un mundo de salvajes aventuras, maneja una prosa que sin llegar a compleja es, sí, muy imaginativa, siempre a la deriva en opacos túneles habitados por sucios búhos, corsarios y guerreros, luchando fieramente por salir a la agreste selva habitada por sanguinarias fieras.
De entre sus personajes Sandokán es mi favorito, un fiero príncipe, que a mediados del siglo XIX es destronado por las tropas inglesas en el Borneo, como todo hombre digno decide lanzarse a la venganza, dedicándose a la piratería bajo el sobrenombre de Tigre de Malasia, quien comanda a Los Tigres de Mompracem, un grupo de aguerridos aventureros conformado por Malayos y Dayacos, cuya vida se va describiendo a lo largo de once novelas, de Los Piratas De Malasia a La Caída De Un Imperio, no hallamos en Sandokán a ese héroe complejo y existencialista que se supone caracteriza a los personajes de las llamadas grandes novelas, sino simplemente a un hombre mitad bárbaro mitad noble, que determina, ante un mundo adverso, que no es sino mediante la oposición rotunda, y en casos sanguinaria, como logrará voltear al mundo que lo rodea a su favor, esto tras la perdida de cuanto posee y de la mujer a la que un día amó, va mostrando que no es sino mediante la voluntad que logrará oponerse a la furia de los elementos y al odio de los enemigos, creo que, como He-Man, fue para nosotros un modelo de súper héroe menos tecnológico, que habitó nuestra imaginación con aventuras que de antemano sabíamos nosotros nunca llegaríamos a experimentar, pero que nos mantenían el espíritu latente.
Salgari por su parte, fue un hombre complejo, a la vez que capaz de describir las más crueles batallas, incapaz de levantar un dedo contra las vicisitudes de la vida, o más bien de los hombres de su tiempo, tal es el caso de su relación con el editor Donath, entre otros, quien por una cantidad miserable le exigía la producción de tres novelas anuales y cuando éste intentó escapar de tal situación, lo enjuició por incumplimiento de contrato, robándole una suma bastante fuerte de su ya de por si bastante menguado capital; fue sin duda parte de esa casta de escritores que como Baudelaire o Pavese han sido definidos como malditos, si bien en muchos de ellos ese malditismo ha ido aunado a su obra, o a sido el combustible para la misma, hay en Salgari cierto impulso por huir de tan fatal destino, creando una obra que exhala vitalidad, a través de aventureros que no se detienen ante nada, una forma de negar esa existencia que a lo más interno le iba consumiendo, bastante propenso a las delicias de Baco, tal y como lo fuera su esposa Aída Peruzzi, supo crear una existencia análoga, una imagen fantástica de si mismo, la que funda desde su encuentro con el capitán Valak, un borracho empedernido, en cuya nave, según él, había vivido las más peligrosas peripecias marinas, en una de las cuales incluso llegó a salvar la pierna de éste, cuando un tiburón atacó sin misericordia al barco y su tripulación, perteneciente como era a esa vieja estirpe de los suicidas terminó, un 25 de abril, por finalizar con su vida, en un inhóspito y desolado barranco, sus últimas palabras, escritas el día anterior, habían sido: mañana ya no existiré…

Thursday, December 13, 2007

retorno a la barbarie

Paseando hace un par de domingos por una de las librerías mejor surtidas de la ciudad, Sophos para ser exactos, me topé con una nueva edición de las aventuras de Conan El Bárbaro, son tres tomos en una edición muy buena, realmente yo a la fecha creía inencontrables los libros de Robert E. Howard, pero al parecer la industria editorial a volcado una vez más la mirada sobre su trabajo, ya sin el bagaje mediático que su adaptación al cine generó, y una buena oportunidad para que recordemos tanto al personaje como al autor.
Robert E. Howard llegó a mis manos acompañado de ese increíble fundador de mitos H.P. Lovecraft, junto a Clark Ashton Smith y Henry Kuttner me parecieron lo más sobresaliente de Los Mitos de Cthulhu, luego mientras veía libros en Panajachel vi por primera vez un libro suyo, nacido un 22 de enero de 1,906 en Peaster, Texas, identificándose en mucho con la narrativa de horror, misma que se afanaba por publicar en revistas como Amazing Stories o Weird Tales, verdaderas clásicas del genero que en la actualidad han alcanzado el titulo de míticas, ese primer cuento que despertó mi interés fue La piedra negra, una interesante mezcla entre literatura fantástica y horror, luego fui hallando textos como Los gusanos de la tierra o Las palomas del infierno, quedando instalado dentro de mi listado de autores de interés, como muchos otros de horror. Pero E. Howard resultó ser más que eso, y es que, al igual que su amigo Lovecraft, solía tener esa manía por andar creando mundos análogos en los que todo emitía una atmósfera nada similar a la complicada y gris realidad del siglo XX, es así como nace Conan el bárbaro (o el Cimmerio) una extraña mezcla entre guerrero, mercenario, héroe y pirata, que en plena Edad de Hyboria, ubicada más o menos en la época en que se hundía la Atlantida y los arios emigraban de la India a Europa, va de su natal Cimmeria recorriendo los más inhóspitos parajes y los más extraños imperios gobernados por demonios y hechiceros de las más raras raleas, siempre en busca de nuevos combates y a la caza de los más inesperados tesoros, va sobreviviendo a cada uno de los embates que esa época primitiva le va propiciando, hasta culminar rey de Aquilonia, uno de los primeros imperios que se forjan por esa remota época, siendo así uno de esos héroes que tanto abundaron en los libros de aventuras, no al estilo de los de Verne, sino uno más salvaje, más dado a las aventuras titánicas, de esas eras perdidas en la noche de los tiempos. E. Howard por su parte nunca alcanzó la fama que su personaje tubo a lo largo del tiempo, y de lo que estas ediciones son prueba, quedándose siempre en el agreste sur de EEUU, dedicado a sus textos de ficción, de horror he históricos, como muchos otros autores que nunca hallaron en su trabajo otro beneficio que el escribirlo, mientras que otros escribientes, de inferior calida la mayor de las veces, simplemente se dedicaron con el tiempo a hacer productos de supermercado con los cuales explotar el mito, que en este caso no fueron pocos lo que dedicaron sus horas a acrecentar la hoja de vida de Conan, tanto con novelas como con comics, algunos menos afortunados que otros, pero todos con un objetivo bien claro McDonalisar el mito creado por un solitario Robert E. Howard, sirvan estas re-ediciones de su trabajo para apartar todas esas paginas sueltas y reencontrar a ese taciturno autor que un 11 de junio de 1,936, aproximadamente a las 8:05 de la mañana, y luego de la muerte de su madre, sentado en la parte delantera de su auto disparó sobre su cabeza con una Colt calibre 38, abandonando el mundo de las letras hasta las 16:00 horas de ese mismo día, un final un tanto sombrío para uno de los autores más expoliados y menos reconocidos del siglo XX.