polizonte en la nave de los locos

para muchos una palabra es un enser, para mi en cambio es una razón

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Location: Guatemala

Friday, June 06, 2008

the return of darkness and evil


a Quorthon Set
Cuando el 16 de marzo de 1,983 Quorthon Set, Fredrick Hanoi y Jonas Akerlund se reunieron por primera vez, en las afueras de la tienda de discos Musikbörsen, Estocolmo, Suecia, nunca imaginaron la manera tan tajante en que transformarían la historia del metal, siendo el motivo de dicha reunión la formación de una banda, cuyas intenciones eran sonar de la manera más infame que banda alguna en la historia lo había hecho, y lo consiguieron, los elementos de que se valieron estos chicos de 17 años fueron un libro con grimorios de magia negra del siglo XV y un sonido que sencillamente más que romper con los limites de la estridencia, hacía sentir un breve anticipo de lo que en teoría se describe como el infierno, tomando como nombre para la recién nacida agrupación el apellido de la condesa Erzsébet Bathory, famosa por su legendaria afición al sadismo y a la sangre (llevada al cine recientemente por el director eslovaco Juraj Jakubisko), fue así como el 19 de enero del año siguiente grabarían sus primeros dos temas: Sacrifice y The Return Of Darkness And Evil, que aparecería en un compilatorio, junto a bandas hoy legendarias, como los suecos de Trash o los finlandeses de Oz, a esto le seguirían los discos: Bathory (1,984), The Return… (1,985), Under The Sign Of The Black Mark (1,986), Blood, Fire, Death… (1,987), Hammerheart (1,990), Twilight Of The Gods (1,991) y otros, dichos álbumes fueron grabados con una nueva alineación, siendo la más consistente la conformada por: Quorthon Set, Vvornth y Kothaar.
Un año atrás, en Inglaterra, una banda que venía tocando desde el ’79, había sacado un disco llamado Black Metal, su nombre era Venom, la idea básica del mismo era crear un nuevo concepto mediante el cual distanciarse un tanto del Thrash Metal, que con bandas como Metal Church o Nuclear Assault venía gestándose análogamente, la diferencia entre uno y otro era básicamente la temática, éste como su mismo nombre lo indicaba era una mera apología a la maldad, apareciendo luego trabajos como los demos de Sodom: Witching Metal (1,982) y Victims Of Death (1,984), cuyas portadas y contenido eran obviamente apegados ha dicha tendencia al igual que Destruction con su demo Bestial Invasion Of Hell (1,984) o el Ep A Black Metal Night (1,984), lo cierto es que cuando Bathory empezó a sonar, automáticamente la gente de las revistas comenzó a catalogarlo como parte del incipiente movimiento, mismo que con la aparición de dicha banda se queda en eso, pues simplemente lo proveniente de Suecia sonaba definitivamente más innovador, las demás bandas optaron por descafeinar sus letras, eliminando todos los elementos infernales y sumándose a la corriente del Thrash Metal, Venom por su parte, pues simplemente no podía echarse para atrás de algo que ellos mismos habían creado. Bathory marcó demasiadas cosas dentro de la forma de hacer y vivir el metal, una de ellas el ser una banda realmente underground, sin incluir fotos ni nombres de sus integrantes (cosa que hizo hasta en su cuarto disco), no dar entrevistas y no tocar nunca en concierto, lo que la alejaba de la típica banda creada para conquistar chicas y adentrándola en un concepto realizado con el fin de complacerse a si mismos como artistas y a quien esos nefastos himnos iban dedicados originalmente, siendo esta una honestidad que sus fans no podían obviar, esto configuraría en mucho lo que el genero llegó a ser con el tiempo, aún y cuando el mismo muy poco ha avanzado, en cuanto a lo musical y lo lírico, desde esas primeras grabaciones, el cambio tubo que venir de la mano de Bathory mismo, que en el año 1,987 empiezan a girar hacia un nuevo concepto, dejando atrás todo lo relacionado con las brujas y los demonios medievales y adentrándose en la mitología escandinava, generando así un nuevo genero denominado Viking Metal, si algo salvará o condenará a esta banda dentro de la historia del rock, es su perpetua sed de cambio y de experimentación, tanto dentro de lo puramente musical, como en lo referente a las ideas que transmitían sus letras y que hacían que sus discos fuesen totalmente temáticos, y por qué no decirlo, verdaderas obras de arte. Preguntarse qué hizo tan único y tan innovador a Bathory, es algo que sin duda se solventa, si no en su totalidad, al menos en parte indagando en sus influencias musicales una amalgama que iba de músicos clásicos como Richard Wagner (1,813 – 1,883), Gustav Holst (1,874 – 1,934) o Georges Bizet (1,838 – 1,875) hasta bandas de Heavy Metal como Kiss y Mothörhead o de Punk como Sex Pistols, canalizandolas una a una en las diferentes épocas del Bathory clásico, que es al que hago referencia acá, aunados a un deseo por imprimirle la mayor originalidad sin importar que tanto llegaría a gustar, así como ir recogiendo formas y elementos atipicos dentro del genero, como la utilización de un cuerno vikingo original, ejecutado por un empleado del Museo Nacional De Antigüedades de Estocolmo, en la parte final del disco Hammerheart, así como trabajar mediante las mismas estructuras que utilizaban los músicos clásicos a la hora de componer. Por mi parte me inicié con Bathory con el tema Woman Of Dark Desires, del álbum Under The Sign Of The Black Mark, uno que sonaba con necia insistencia en el programa radial Revolución Rock, y que acá se convirtió en un verdadero clásico, dado que en los conciertos, por ese entonces en el salón Guatemala Musical, tocaban el cover los de Blasphemous y los de Amalantra, o sea en un tiempo en que había toques a cada 15 días, si no la tocaban los unos la tocaban los otros, recuerdo que solía frecuentar a un amigo en Panajachel cuya colección de música era, y es, realmente sorprendente, cuando me mostró la colección completa de Lp´s me quedé impresionado, era difícil impresionarse en un sitio donde habían más de 200 Lp´s, pero simplemente esta banda era otra cosa…

Tuesday, June 03, 2008

diariamente somos seres cotidianos

Alfred Hitchcock decía que: nadie paga una entrada para ver lo que sucede a la vuelta de la esquina, Raymond Carver a lo largo de su obra hizo justamente lo contrario, una y otra vez nos narró eso que sucede a la vuelta de la esquina y que de tan cotidiano pasamos inadvertido, sorteando la dificultad que hay en narrar eso que nos es habitual, eso que pasa día a día, a personas tan normales como nosotros, en la trastienda de la vida y hacer que suene interesante, en su caso llevarlo al nivel de maestría, generalmente adscrito al cuento corto, nos lleva a presenciar la vida urbana, sin el maquillaje que le ha dado el cine, sino en su parte menos lucida, esa gente que a diario va al supermercado, ve el mundo desde la TV y se resigna a perder el empleo. Los seres que habitan sus cuentos son seres poco complejos y sin ninguna importancia social, obreros en su mayoría, pero que desde su esquina del mundo sufren su parte de la tragedia humana y la enfrentan de la manera más practica, algunos con indiferencia, si Charles Bukowski narró la parte agreste y callejera del Realismo Sucio estadounidense, fue Raymond Carver quien se encargó de contar la parte domestica, con un especial esmero hacia las historias de parejas, de la pareja media, seres unidos por la costumbre o por la simple necesidad de no sentirse solos, seres vacíos e insustanciales que se aferran a la presencia del otro, igualmente vacío e insustancial, pero que unidos se hacen ignorar la soledad del universo el uno al otro.
Hay relatos que sobresalen y nos dan una muestra de ese mundo de mínimos contrastes, como Conversación, Beldevere, Después De Los Tejanos o Nadie Decía Nada, en los que el autor va entretejiendo conversaciones, manías y nada que sea sorprendente, más que la vida misma, en esto creo que le aprendió muy bien la lección a su maestro Antón Chejov, de quien ponía sobre el escritorio un retrato cada vez que se sentaba a escribir y que, como él, llevó con maestría a la literatura a una serie de personajes poco, o nada, literarios. Raymond Carver escribió varios libros, tanto de narrativa como de poesía, que calladamente se han ido dispersando por la vida, entre ellos podemos mencionar Catedral, De Qué Hablamos Cuando Hablamos De Amor, Tres Rosas Amarillas, ¿Quieres Hacer El Favor De Callarte Por Favor? o su greates hits (entiéndase antología) Shorts Cuts, llevada al cine por Robert Altman, durante su vida fue alcohólico, al igual que su padre, con todo el desastre que ello conlleva y que también relata en no pocos de sus cuentos, no es sino hasta cuando conoce a la poetisa Tess Galagher, a quien llamaba su segunda oportunidad, que logra rearmar su vida, pasando los últimos diez años de vida sobrio, pero bueno, ya se sabe cómo suele ser la vida con los que se portan bien, y al final termina muriendo a la edad de 50 años victima de un cáncer pulmonar.