polizonte en la nave de los locos

para muchos una palabra es un enser, para mi en cambio es una razón

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Location: Guatemala

Monday, May 26, 2008

no hay que jugar con la locura, la locura no juega…

Bukowski llegó a ser un verdadero dolor de cabeza para muchos de mi generación, unos porque estaban obsesionados con él y escribían como él, otros porque aunque no escribían como él eran acusados de hacerlo, de hecho no hace mucho en un conversatorio sobre literatura y rock, saltó por ahí la acusación, pero bueno, cada quien ve el mundo como lo quiere ver, yo por mi parte lo descubrí de manera muy casual, haciendo eso que hoy llaman googlear, aunque yo por ese entonces prefería el buscador de Yahoo, me topé con una pagina con su poesía, la que me pareció impresionante, era una cantidad considerable de poemas que, sin dudar un segundo, imprimí y leí por mucho tiempo, hasta que en Sophos vi que Anagrama estaba publicando su narrativa y Visor Libros su poesía. Sus textos me parecen increíbles y obsesivos, nunca he leído sus novelas, lo aclaro pues luego de recomendarlo por ahí me llegaron un par de reclamos de Cali y Antioquia de que las novelas eran muy malas, no lo sé, no las leo aún, pero su temática aborda al mundo desde la mirada del perdedor, sin esos personajes heroicos y perfectos de la literatura clásica, sino más bien con protagonistas sin brillo que van anónimamente por las calles, seres que han tirado su vida al cesto de la basura por el alcohol, seres sin un futuro ni el minino interés por tenerlo, que ven caer la vida en pedazos encima y ni siquiera pestañean, como en el cuento La Venganza De Los Malditos, en el que todos esos despojos de la sociedad, sin valor y sin fuerza, deciden armar su propia revolución. Charles Bukowski es por otra parte bastante autobiográfico, tanto en sus poemas como en sus cuentos, sus historias son del día a día, sin duda alguna su literatura se puede definir con estas palabras suyas: el genio quizá sea la capacidad de decir una cosa profunda de una forma sencilla… y lo logra, lo logra muy bien, hay dos corrientes en todo esto, una en la que se va definiendo el hombre, como un ser humano extraño que se mueve en un mundo de seres uniformes, que quieren domarlo y uniformarlo a él también, éste con sorna los esquiva, para luego, desde su maquina de escribir, burlarse de sus fracasados intentos, lo que se puede definir en relatos como Hijo De Satanás o La muerte Del Padre I y II, relatos en los que se denota que su vida familiar tampoco fue muy cordial que digamos.
La otra corriente es la que lo define como escritor y su relación con un mundillo literario que le da asco y le da risa, esto en cuentos como Escritores o Esa Pena De Escoria, a la vez que va relatándonos su vida como autor, primero en el fracaso luego en el éxito, Bukowski escribió por mucho tiempo sin ninguna esperanza más que la de no estallar internamente, publicando en pequeñas revistas subterráneas, mientras subsiste mediante otros trabajos como carnicero, empacador o cartero, lo que podemos ver en el relato Nacimiento, Vida Y Muerte De Un Periódico Underground o Cómo Conseguir Que Te Publiquen. A los 49 años, decide dedicarse de lleno a la literatura, bajo la premisa siguiente: tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre… casualmente sucedió lo contrario y obtuvo un gran éxito editorial, lo que también va relatando en otros cuentos, Una Jornada De Trabajo, por citar alguno al asar, donde con sátira va marcado los cambios de la gente hacia él, nos muestra el rechazo que al inicio la gente demostraba por un borracho que escribía sin buscar nada importante en la vida, y es cierto, el viejo tenía razón, a todos en este maldito mundo les vales un comino cuando las cosas te van mal. Bukowski era un escritor compulsivo, escribía casi siempre, dejando un sin fin de libros, de los cuales se pueden hallar bastantes en español, por hacer un breve inventario, tenemos de cuento: La Maquina de Follar, Escritos De Un Viejo Indecente o Música De Cañerías; novelas: Cartero, Factotum o La Senda Del Perdedor y de poesía: Soy La Orilla De Un Vaso Que Corta, Soy Sangre, El Mundo Visto Desde Un Tercer Piso o Escrutaba La Locura En Busca De La Palabra, El Verso, La Ruta… para muchos Charles Bukowski es un desadaptado social que escribe, para otros el mejor pensador de alcantarilla, para mi es simplemente un viejo borracho increíble, pues sucede que cualquiera puede emborracharse hasta estallar y sentirse especial por ello, pero sobrevivir y reconstruir ese sórdido mundo con tal maestría, eso definitivamente es otra cosa…

Friday, May 23, 2008

la historia de los versos que se asilan en nuestra memoria

Cuando la vida se pone de espaldas y deja de ser todo lo cool que debiera ser o más bien no es en absoluto cool, te da por exiliarte de ti mismo y dar cabida a ideas poco convencionales, como aquella de que todo pasado fue mejor, en el fondo eres conciente que eso no pasa de ser un eslogan de la cursilería más barata, pero para ese momento ya hiciste un inventario total de amores y desamores y por qué no, de lo leído y lo no leído también, es así como últimamente me ha dado por recordar esa época en que la poesía de Jim Morrison era fundamental en mi vida, y que junto a alguien, a quien también llegó a gustarle, vagábamos sin rumbo por las calles y playas de Panajachel. Por razones obvias su poesía vino a mí de la mano de The Doors, básicamente en temas como The End o When The Music´s Over, pero más que nada como mito, ver a un rockero que a la vez era poeta, era algo que cambiaba completamente el panorama de ese momento y le daba a uno por terminar escribiendo también, aunque fueran versos menos afortunados claro está, pero James Douglas Morrison (1,943 – 1,971) fue más que nada el último poeta maldito, de la casta de Villon, Boudelaire o Rimbaud, con toda la estridencia que el desarrollarse en los 60’s y ser una estrella del rock podía brindarle, siendo, como era, un genio, incomprendido por todos, incluidos los miembros de su banda, fue ensimismándose dentro de una obra tan basta que terminó por absorberle a él mismo, cosa rara en nuestros días eso de que un escritor viva su obra y es eso precisamente lo que le convirtió en la leyenda que aún hoy es y que sin duda lo será por mucho tiempo más. La obra poética de Jim Morrison se divide en dos, por un lado tenemos una corriente mística que es la que se va destilando a lo largo de sus discos y por el otro una corriente beat que es la que se manifiesta en sus libros, la primera se alimenta de visionarios como William Blake y Aldous Huxley, aunando todo ello a toda la concepción cosmogónica de los indios estadounidenses, la cual es en extremo rica en cuanto a imágenes y percepciones tanto del mundo material como del extrasensorial, pero en el fondo Morrison no deja de tener una fuerte dosis de romanticismo y que es muy clara en muchas de sus canciones, podríamos decir que en cuanto a la forma de escribirlas nunca salió del siglo XIX, haciendo una re-visitación de los viejos mitos tanto en el sentido lírico como en la composición escénica de lo que la banda fue a lo largo de su existencia y de sus producciones. Por el lado literario, Jim Morrison es dueño de una poética compleja, echando en una sola botella de whisky, Jack Daniel´s para no perder la tónica, la poesía Beat, que era todo la reminiscencia de la posguerra estadounidense, el primer mundo vivido por los perdedores de la batalla urbana y hecho poesía, teniendo una crudeza y un pesimismo irredento, el simbolismo francés, que era el máximo resumen de los más opacos entresijos de la tradición literaria, expoliando las secciones más escatológicas de la biblioteca humana, poetas que se fusionaron a su literatura de tal forma que fueron la encarnación misma de cada uno de sus poemas, casi todos murieron a temprana edad, victimas del suicidio o del exceso, por último, y como ingrediente definitivo, de la explosiva formula antes planteada, los filósofos alemanes, justamente los de mayor ruptura, Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche, quienes delinearon un antes y un después dentro del pensamiento occidental, creando en el poeta una conjunción inigualable para los de su generación. A mis manos llegó primero que nada Wilderness, The Lost Writings, una reunión de los cuadernos que Morrison un día perdió, en una entrevista aseguró que le hubiera gustado recuperarlos, cosa que nunca hizo, pero que cuando ya eran comerciales casualmente aparecieron, editado en 1,988 para ser exacto, éste estaba a la venta en una de esas librerías de usado en Panajachel, en las cuales sólo venden libros en inglés, un amigo lo había comprado, finalmente terminamos por hacerlo cambio por un CD de Death Metal que a él le interesaba más, con los años Sophos trajo, en sus traducciones al español, los libros The Lords y The New Creatures, ambos de 1,969, que fueron los únicos que él publicara en vida.
A medida que el tiempo pasa nos vamos alejando de muchas cosas que en nuestra vida fueron básicas, buscamos nuevos horizontes que de pronto y se opacan con la caída de la niebla, entonces volvemos a todo eso que pobló nuestro pasado y vemos cómo la soledad de la tarde se aleja por la calle, arrastrada por la impertinente lluvia mientras Blue Sunday aún no deja de sonar…